Fue una vivencia fuerte, muchos de los chicos han vivido situaciones de abandono con una carencia afectiva importante, mi tarea fue estar con ellos, escuchar a los chicos, llevarlos y traerlos del colegio, jardín, escuela especial, ayu
darlos en las tareas escolares, darle la exclusividad a algunos que nadie busca y ayudar a las hermanas.Estoy muy agradecida con las hnas Mónica, Valeria y Bernarda que me acogieron y me permitieron vivir con ellas este tiempo de gracia.







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