Aunque un poquito movida la imágen, fruto de la emoción que nos invadía a todas, celebramos la alegría de vivir en comunidad y de poder trabajar y colaborar juntas como Compañeras de Jesús en los diferentes campos de misión a los que El nos envía. La presencia de la Hna. Soledad y el fuego traído en el gesto de una lámpara, nos hizo sentir hermanadas en la CJ universal. La Hna. Carmen asumió como superiora de la comunidad y agradecimos los doce años de servicio de Liliana en la comunidad de Cerrito. Gracias por la compañia en la oración a todas/os.
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