Estando en Madrid decidí ir un día a conocer Ávila, la distancia es más o menos unos cincuenta minutos, y el lugar es mágico como entrar en otro mundo. La ciudad está dentro de las murallas que están perfectamente conservadas y dentro de las mismas, las calles son de adoquines, las casas antiquísimas, farolas en las esquinas, tejados con el paso del tiempo, chimeneas con nidos de cigüeñas, y el espíritu de santa Teresa a cada paso, el primer convento que fundó, su casa natal, las iglesias, todo, recuerda su andar y sus luchas por amor al Señor.
En las fotos se ve el primer convento reformado fundado por Santa Teresa, una vista de su casa natal hoy convento y el jardín interior de su casa natal.
En las fotos se ve el primer convento reformado fundado por Santa Teresa, una vista de su casa natal hoy convento y el jardín interior de su casa natal.
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